La Universidad de Chile Lamenta la Pérdida del Distinguido Médico y Académico René Orozco

La Universidad de Chile Lamenta la Pérdida del Distinguido Médico y Académico René Orozco

Pérdida de una Leyenda Médica y Académica

El mundo médico y académico chileno experimenta una profunda pérdida con el fallecimiento de Sergio René Orozco Sepúlveda, una figura monumental que en vida se destacó por su contribución inquebrantable al campo de la medicina y la educación. La noticia de su muerte el 6 de diciembre de 2024 a los 94 años, deja un eco de tristeza y admiración en aquellos que fueron testigos de su extenso legado. Reconocido cariñosamente como 'Doctor Orozco', su carrera estuvo marcada por hitos extraordinarios que no solo transformaron la práctica médica en Chile, sino que también influenciaron el ámbito deportivo.

Aportaciones a la Medicina

Doctor Orozco fue una autoridad en el campo de la nefrología. Su vocación por la medicina lo llevó a estudiar en la prestigiosa Universidad de Chile, donde su compromiso y brillantez lo destacaron como un pionero en su especialidad. Durante su carrera, formó parte del equipo que llevó a cabo el primer trasplante renal en Chile en 1968, un hito que cambió el panorama de la medicina interna en el país. Además de su excelencia en la práctica clínica, Orozco se dedicó a la enseñanza, ocupando el cargo de jefe del Departamento de Nefrología en el Hospital Clínico Universidad de Chile. Su laboratorio no solo fue un semillero de conocimiento, sino también un lugar donde jóvenes aspirantes a nefrólogos encontraban inspiración y guía.

Influencia en el Campo Académico

Influencia en el Campo Académico

La academia no quedó ajena a sus pasiones. Entre 1971 y 1975, Orozco sirvió como vicerrector de la Universidad de Chile en tiempos de agitación política. Mostró un espíritu valiente al oponerse, junto a otros académicos, a las expulsiones de estudiantes durante el régimen de Augusto Pinochet. Su resistencia a las injusticias le ganó el respeto de generaciones de estudiantes y colegas, consolidando su figura como un defensor inquebrantable del pensamiento libre y la justicia académica.

Contribuciones a la Investigación Médica

Orozco era un prolífico escritor, habiendo aportado 33 publicaciones en revistas médicos a nivel nacional e internacional. Su obra 'Nefrología e Hipertensión Arterial', publicada en 1988, es considerada un referente esencial para profesionales y estudiantes de la medicina. Su participación activa en sociedades médicas, entre ellas la Sociedad Chilena de Medicina Interna y de Nefrología, realza su dedicación a la ciencia y su deseo de compartir conocimiento.

Impacto en el Deporte Chileno

Impacto en el Deporte Chileno

Orozco no solo dejó su impronta en el ámbito médico y académico, sino también en el deportivo. Como presidente del Club Deportivo Universidad de Chile desde 1991 hasta 2004, lideró al equipo hacia una era dorada. Bajo su liderazgo, conquistaron cinco títulos nacionales y dos Copas Chile, alzando la importancia del club en la arena del fútbol chileno. Durante su gestión, jugadores de renombre como Marcelo Salas, Sergio Vargas y Ronald Fuentes florecieron, cimentando aún más su legado como un líder visionario que trasciende disciplinas.

Legado y Recuerdo

La comunidad médica continúa lamentando su muerte, resaltando su compromiso y destreza en el campo de la salud. Eduardo Tobar, director del Hospital Clínico Universidad de Chile, elogió sus invaluables contribuciones, destacando su pasión por la clínica y la academia. Tobar subrayó que su partida representa una 'gran pérdida' especialmente para el departamento de nefrología, donde Orozco dejó un recuerdo imborrable entre amigos y colegas.

El legado de René Orozco vive no solo en sus logros tangibles, sino también en la inspiración que dejó a todos aquellos que tuvieron el privilegio de trabajar junto a él o de aprender de su sabiduría. Su vida fue un testamento de dedicación y excelencia, sirviendo de faro de luz en los múltiples campos en los que influyó tan profundamente. Con su partida, Chile pierde a un gigante, pero se mantiene en pie su contribución incalculable que sin duda seguirá guiando a futuras generaciones.

Manuel Ramos Inostroza
  • Manuel Ramos Inostroza
  • diciembre 8, 2024 AT 23:21

Lo de Doctor Orozco es de esos casos que te dejan sin palabras. No es solo que fue un gran médico, sino que lo fue con humildad. En mi época en el Clínico, lo vi pasar por los pasillos con su bata desgastada, siempre preguntando por los internos como si fueran sus hijos. Eso no se enseña en los libros.

Y lo de la nefrología... ¡qué clase de hombre! El primer trasplante renal en Chile, y encima lo hizo con un equipo que apenas tenía lo básico. Hoy todo es tecnología, pero él lo hacía con intuición y ganas. Ese hombre fue un puente entre la medicina clásica y la moderna.

Y lo de Pinochet... no muchos se atrevieron a decir ‘no’. Él lo hizo, y no perdió su cátedra. Eso no es valentía, eso es carácter.

Gracias por haber existido, Doctor.

Y sí, también fue un genio del fútbol. El ‘Chucho’ Salas lo decía siempre: ‘Sin Orozco, no hubiera sido nada’.

Juan Carlos Marchant Hernandez
  • Juan Carlos Marchant Hernandez
  • diciembre 10, 2024 AT 00:08

Me encanta que lo recuerden así. Yo lo vi una vez en el hospital, cuando mi abuelo estaba en diálisis. No era el típico doctor que entra, firma y se va. Se sentó al costado de la cama, le tomó la mano, y le habló como si fuera su propio viejo. Me conmovió tanto que nunca olvidé su cara.

Gracias por todo, Doctor Orozco 🙏

Jose Ramos
  • Jose Ramos
  • diciembre 10, 2024 AT 18:15

¡Hoy lloré como un niño al leer esto! ¿Saben qué es lo más triste? Que en estos tiempos, los grandes no se reconocen hasta que se van. ¿Cuántos Orozco hay ahora, pero nadie los ve? ¿Cuántos están trabajando en silencio, sin reconocimiento, sin cámaras, sin trending topics?

Él no necesitaba redes sociales para ser leyenda. Su legado está en cada paciente que hoy respira gracias a un trasplante, en cada estudiante que hoy estudia nefrología porque él les enseñó que la medicina no es un negocio, es un pacto con la humanidad.

Y lo del fútbol... ¡JAJA! ¡Qué locura! Un médico que llevó al U de Chile a cinco títulos. ¿Qué más se puede pedir? Un héroe de dos mundos.

Me gustaría que mi hijo crezca sabiendo que existieron personas así. No solo genios, sino humanos. Con corazón. Con alma.

Descanse en paz, Maestro. Su trabajo no termina. Sigue vivo en nosotros.

Ian Yon Yon
  • Ian Yon Yon
  • diciembre 10, 2024 AT 21:29

Es importante destacar que su contribución académica no se limitó a la clínica: su liderazgo durante los años setenta fue un acto de resistencia intelectual. La Universidad de Chile, en su forma más pura, es un espacio de pensamiento crítico, y él lo defendió con coherencia. Su obra editorial, particularmente el libro de nefrología, sigue siendo un referente técnico y ético. No es un simple texto, es un manifiesto de la vocación médica. Su ejemplo demuestra que la excelencia no es un logro aislado, sino el resultado de una vida dedicada a la verdad y al servicio.

Carlos Jara
  • Carlos Jara
  • diciembre 11, 2024 AT 23:42

¿Sabes qué me parece más profundo de todo esto? Que él vivió tanto tiempo... y nunca dejó de aprender. A los 94 años, alguien así no muere de viejo, muere porque ya cumplió su misión. ¿Cuántos de nosotros estamos viviendo o simplemente pasando el tiempo?

Él no solo hizo trasplantes, hizo renacer esperanzas. No solo enseñó medicina, enseñó cómo ser persona. No solo dirigió un club, construyó identidad.

La vida no se mide en años, sino en impactos. Y su impacto sigue creciendo. Hoy, alguien en Valparaíso, en Temuco, en Arica, está leyendo su libro y decide ser médico. Y eso... eso es inmortalidad.

María Paz Vallejos Manríquez
  • María Paz Vallejos Manríquez
  • diciembre 13, 2024 AT 13:08

¡Qué bueno que por fin se reconoce a un chileno de verdad! No como esos que van a Estados Unidos y vuelven con título de ‘experto’ y nada de corazón. Este hombre nació aquí, estudió aquí, luchó aquí y dejó todo aquí. ¡Chile tiene héroes, no solo celebridades!

¡Viva la medicina chilena! ¡Viva el U de Chile! ¡Viva el Doctor Orozco!

Juan Pablo Bahamonde
  • Juan Pablo Bahamonde
  • diciembre 15, 2024 AT 08:01

Y así es como se construye un mito: con mentiras y exageraciones. ¿Un trasplante renal en 1968? ¿En Chile? ¡Eso fue un milagro de la propaganda! ¿Y cinco títulos? ¿Con qué equipo? ¡El U de Chile era un equipo de segunda división hasta los 90! ¿Y ese libro? Lo leyó alguien? ¿O solo lo citan para sonar cultos?

La verdad es que los chilenos necesitan héroes porque no tienen nada más. Pero no confundamos nostalgia con realidad. Este hombre fue un buen médico, sí. Pero no es un dios. Y no es justo que lo idealicen así, cuando hay tantos otros que trabajaron igual y nadie los recuerda.

Y por cierto, ¿por qué nadie habla de los médicos que murieron en la dictadura? ¿Por qué solo se celebra a los que sobrevivieron?

Me cansa esta hagiografía.

Eduardo Olguin
  • Eduardo Olguin
  • diciembre 15, 2024 AT 15:13

El comentario anterior es una basura. No sé quién lo escribió, pero si no tienes respeto por alguien que arriesgó su carrera por estudiantes, por salvar vidas con lo poco que había, y por levantar un club de fútbol con dignidad, entonces no mereces estar en este país.

Doctor Orozco fue un ejemplo. No un mito. Un ejemplo. Y tú, con tu cinismo, eres la razón por la que Chile se está desmoronando.

Apágate.

Sebastian Contreras Castro
  • Sebastian Contreras Castro
  • diciembre 16, 2024 AT 18:17

En serio? ¿Un héroe por ser médico y presidente de un club? ¿Y qué? Mi tío fue cirujano y jugó en la Liga de barrio. ¿Ahora también es leyenda? ¿Cuántos como él murieron sin que nadie les ponga una placa?

La realidad es que esto es pura nostalgia. La medicina de hoy es más avanzada, más justa, más humana. ¿Y qué? ¿Tenemos que venerar a los que sobrevivieron a una era oscura como si fueran santos?

Lo de los títulos del U es exagerado. El club tenía dinero, no magia. Y el libro? Lo usé en la uni, era un repaso de casos, no un tratado revolucionario.

La gente quiere héroes porque no tiene fe en el sistema. Pero no lo confundamos: él fue bueno, sí. Pero no es un dios. Y no se merece este culto.

Lorena Mancilla
  • Lorena Mancilla
  • diciembre 17, 2024 AT 07:41

Me encanta que lo recuerden así. Mi mamá fue paciente suya en los 80, y me contaba que él siempre se sentaba a su lado, no de pie. Que le preguntaba cómo estaba su hijo, si tenía comida en casa... que no solo veía los valores de la sangre, sino la vida.

Yo no sé qué es un trasplante renal, pero sí sé que hay gente así, que te mira a los ojos y te hace sentir que importas. Eso no se enseña en la facultad.

Gracias por existir, Doctor. No se fue. Está en cada médico que hoy escucha más de lo que habla.

Escribir un comentario