Iquique celebra 146 años de su primera Junta Municipal tras la ocupación chilena en 1879

Iquique celebra 146 años de su primera Junta Municipal tras la ocupación chilena en 1879

El 25 de noviembre de 1879, en medio del fuego de la Guerra del Pacífico, se instaló en Iquique la primera Junta Municipal Chilena —un acto que, más que un cambio de bandera, fue el nacimiento de una nueva ciudad. Hoy, 146 años después, Iquique recuerda ese día no como una victoria militar, sino como el momento en que sus calles, sus puertos y sus habitantes comenzaron a vivir bajo una nueva administración, con una identidad que aún hoy se debate. El alcalde inicial, Eduardo de Lapeyrouse, un cónsul francés elegido por los vecinos, no era chileno, ni siquiera sudamericano. Pero fue él quien tomó el mando en el edificio de la ex Aduana, mientras los 49 marineros de la corbeta Esmeralda —liberados tras seis meses de cautiverio— miraban desde las ventanas. Era un cambio de poder, sí. Pero también un acto de supervivencia.

El día que Iquique dejó de ser peruana

Todo comenzó el 23 de noviembre de 1879, cuando el capitán de navío Juan José Latorre Benavente, al mando del acorazado Almirante Cochrane, tomó posesión pacífica de la ciudad. Los cónsules de Europa y Estados Unidos, sorprendidos por la rapidez del avance chileno, entregaron simbólicamente la ciudad. Ese mismo día, se liberó a los marineros de la Esmeralda, que habían sido encarcelados desde el 21 de mayo, tras la histórica batalla de Iquique donde la corbeta se hundió luchando contra la flota peruana. La liberación fue un gesto político más que humano: un mensaje de que Chile no venía solo a conquistar, sino a gobernar.

Dos días después, el vicealmirante Patricio Lynch ordenó la creación de la Junta Municipal. Nueve hombres —cinco de ellos extranjeros, como Lapeyrouse, Rossi o Schmidt— fueron nombrados para administrar lo que antes era la Prefectura del Perú. La elección de un cónsul francés como primer alcalde no fue casual. Iquique era un puerto cosmopolita: había británicos, alemanes, italianos, chinos. La administración chilena necesitaba credibilidad, no solo fuerza. Y así, en ese edificio de paredes blancas y techos de zinc, nació la primera institución municipal chilena en territorio que hasta entonces había sido peruano.

¿Quién fue el primer alcalde de verdad?

Aquí entra el matiz que aún divide a los historiadores. En 1885, el gobierno chileno creó la primera Municipalidad Oficial de Iquique, con Exequiel Fuentes como presidente. ¿Fue él el primer alcalde? Algunos dicen sí. Otros, que el verdadero iniciador fue Lapeyrouse, porque fue el primero en ejercer funciones reales, con poder de decisión, en un contexto de ocupación. La diferencia es sutil, pero profunda: uno fue un administrador de facto, el otro, un funcionario de derecho. Ambos son parte de la misma historia. Y ambos, hoy, son recordados en las placas de la ex Aduana, donde hoy funciona el Museo Histórico Municipal.

De la guerra al nitrato: la ciudad que creció con el polvo blanco

De la guerra al nitrato: la ciudad que creció con el polvo blanco

La instalación de la Junta no fue el final, sino el comienzo. Con la firma del Tratado de Ancón en 1883, Iquique pasó formalmente a Chile. Pero ya en 1880, el nitrato había empezado a fluir. Las salitreras del interior, como Humberstone y Santa Laura, generaban riqueza que se exportaba por el puerto. La ciudad creció como una planta de desierto: en 1895 tenía 25,000 habitantes; en 1907, ya eran 40,000. La tasa de alfabetización —68,6% en 1907— superaba la de muchas ciudades chilenas. Se construyó el casino español, el velódromo, el regimiento de Granaderos. Iquique se convirtió en un crisol de culturas: chilenos, peruanos, bolivianos, ingleses, alemanes. Nadie la reconocía como una ciudad de frontera. La llamaban la “París del desierto”.

El legado que se guarda en cajas de cartón

El 11 de agosto de 2023, el alcalde Mauricio Soria entregó 55 libros con actas municipales desde 1879 hasta 1973 al Archivo Regional de Tarapacá. No eran solo papeles. Eran las decisiones de un pueblo que aprendía a gobernarse. “Es una colección fundamental para la historia de la ciudad”, dijo Ernesto Almonte, coordinador del archivo. “Aquí se ve cómo se pagaban impuestos, cómo se construían calles, cómo se resolvían peleas entre vecinos”. La directora adjunta del Archivo Nacional, Emma De Ramón, lo resumió: “Es patrimonio viviente. No se trata de un museo. Se trata de una memoria que sigue respirando”.

¿Y qué pasa hoy?

¿Y qué pasa hoy?

Iquique no es solo historia. Es una ciudad que sigue luchando por su identidad. En 2025, conmemora 146 años de su primera Junta Municipal, pero también enfrenta desafíos: el declive del nitrato, la migración, la falta de infraestructura. Sin embargo, la memoria de 1879 sigue siendo un ancla. Cada 25 de noviembre, los estudiantes del Liceo Bicentenario de Iquique recitan los nombres de los nueve miembros originales. Y en la plaza, frente al edificio de la ex Aduana, se coloca una corona de flores. No por Chile. No por Perú. Por quienes vivieron el cambio. Por quienes tuvieron que reinventar su ciudad.

Frequently Asked Questions

¿Por qué se eligió a un cónsul francés como primer alcalde de Iquique?

Eduardo de Lapeyrouse fue elegido porque Iquique era una ciudad cosmopolita con una fuerte presencia extranjera. Los británicos, alemanes e italianos dominaban el comercio, y Chile necesitaba un líder que generara confianza entre ellos. Como cónsul francés, Lapeyrouse no tenía vínculos directos con la guerra, lo que lo hacía un candidato neutral. Su elección fue un gesto de pragmatismo político, no de nacionalismo.

¿Cuál fue el impacto inmediato de la Junta Municipal en la vida cotidiana de los habitantes?

La Junta estableció servicios básicos: recolección de basura, iluminación pública, regulación de mercados y control de precios del agua. También comenzó a emitir permisos de construcción y a registrar nacimientos y defunciones. Para los peruanos que quedaron en la ciudad, esto significó que ya no estaban bajo la jurisdicción de Lima, sino de Santiago. Muchos optaron por quedarse, y muchos de sus hijos se convirtieron en ciudadanos chilenos.

¿Por qué se debate quién fue el verdadero primer alcalde: Lapeyrouse o Fuentes?

La disputa surge porque Lapeyrouse fue el primer jefe administrativo tras la ocupación, pero su cargo era provisional y no reconocido por ley chilena. Fuentes, en cambio, fue el primer alcalde bajo un marco legal establecido por el gobierno de Santiago en 1885. Uno fue un gobernante de facto; el otro, de derecho. Ambos son legítimos, pero representan fases distintas: la ocupación militar y la institucionalización.

¿Qué documentos se conservan en el Archivo Regional de Tarapacá y por qué son importantes?

Se conservan 55 libros con actas municipales desde 1879 hasta 1973, que incluyen decisiones sobre impuestos, obras públicas, contratos, conflictos vecinales y registros civiles. Son fuentes primarias únicas: nadie más tiene un registro tan completo de la administración chilena en una ciudad que cambió de nación. Para los historiadores, son el mapa de cómo se construyó una identidad colectiva en medio del caos.

¿Cómo influyó la Guerra del Pacífico en el desarrollo urbano de Iquique?

La guerra abrió el camino para que Chile controlara las salitreras del norte, lo que generó riqueza masiva. Iquique se convirtió en el puerto de exportación principal, atrayendo inversiones y migrantes. La población creció un 1,64% anual entre 1895 y 1907. Sin la guerra, Iquique sería un pequeño pueblo costero. Gracias a ella, se convirtió en una de las ciudades más prósperas y cosmopolitas de Chile en el siglo XIX.

¿Por qué se eligió el edificio de la ex Aduana para la primera Junta Municipal?

Porque era el símbolo del poder anterior: allí había funcionado la Prefectura del Perú y la Aduana. Al instalar la Junta allí, Chile no solo tomaba el edificio, sino que reescribía su significado. Era una declaración simbólica: lo que fue de Perú, ahora era de Chile. Además, era el edificio más grande y mejor estructurado de la ciudad, con salas para reuniones y archivos. No fue casualidad. Fue un acto de poder.