La esperada segunda temporada de The Last of Us 2 ya está aquí
El regreso de The Last of Us 2 ha sacudido la programación de HBO desde el 13 de abril de 2025. Los domingos, a partir de las 18:00 (hora del Pacífico), los suscriptores pueden ver cómo evoluciona la historia de Joel y Ellie, que ahora viven en una Jackson reconstruida pero marcada por los fantasmas del pasado. El primer episodio, titulado "Future Days", no tarda en poner toda la carne en el asador con una tensión evidente entre los dos protagonistas. Tras cinco años desde el cierre de la primera temporada, las heridas no han sanado y el secreto que Joel guarda sobre los Fireflies empieza a hacer mella en la confianza de Ellie.
La serie apuesta por una estructura de estreno semanal, siguiendo el modelo tradicional, lo que permite que los fans disfruten de la experiencia con pausas para digerir cada capítulo. El calendario es claro:
- Episodio 1: "Future Days" – 13 de abril
- Episodio 2: "Through the Valley" – 20 de abril
- Episodio 3 – 27 de abril
- Episodio 4 – 4 de mayo
- Episodio 5 – 11 de mayo
- Episodio 6 – 18 de mayo
- Episodio 7 – 25 de mayo
Los nuevos episodios también están disponibles en simultáneo en Max, lo que se ha convertido en una costumbre cómoda para quienes prefieren el streaming.
Nuevos rumbos, viejas heridas y la llegada de Abby
Más allá de la relación tensa entre Joel y Ellie, esta temporada introduce a Abby, interpretada por Kaitlyn Dever. No es cualquier personaje: Abby llega acompañada de un grupo que busca venganza por los hechos ocurridos en la primera temporada, especialmente las decisiones de Joel. La aparición de Abby pone a prueba el equilibrio que parecía haber en Jackson y en las propias convicciones de Ellie.
El guion no se limita a repetir lo visto en el videojuego. La serie se permite explorar, con más calma y profundidad, dilemas morales y situaciones desafiantes. Temas como la confianza, la supervivencia y la delgada línea entre el bien y el mal cobran fuerza en cada episodio. Aunque los fans del título original identificarán momentos emblemáticos, HBO ha prometido sorprender con nuevas perspectivas y algún que otro giro inesperado.
Cada capítulo viene cargado de tensión y evoluciona el drama personal de los protagonistas a la vez que expande el universo de The Last of Us 2. El ambiente postapocalíptico sigue siendo tan hostil como siempre, pero ahora la lucha por sobrevivir se cruza con las consecuencias de decisiones difíciles que nadie querría tomar.
Con siete episodios en total, la segunda temporada promete no dejar indiferente a nadie. Los estrenos semana a semana vuelven a convertir los domingos en cita obligada para quienes siguen esta mezcla de acción, suspense y emociones a flor de piel. El reparto liderado por Pedro Pascal y Bella Ramsey sigue consolidando su trabajo, mientras nuevas incorporaciones, como la mencionada Abby, aportan matices y motivaciones que agitan aún más la trama.
Lo de Joel y Ellie me partió el alma. No es solo una historia de supervivencia, es la de dos almas que intentan recordar cómo ser humanos después de todo lo que perdieron.
Y Abby... Dios, Abby no es villana, es el espejo de lo que Joel se negó a ver en sí mismo.
Que buen trabajo la serie, realmente se nota el respeto por el juego y al mismo tiempo se atreve a ser algo más. Chile debería hacer algo así, con nuestra historia, con nuestras heridas. Esto es arte, hermanos.
ESTO ES LO QUE PASA CUANDO LOS HUMANOS SE OLVIDAN DE LO QUE ES LA JUSTICIA. JOEL MATÓ A UNA CHICA POR UNA MIERDA DE INMUNIDAD Y AHORA TODOS LO DEFENDEN COMO SI FUERA UN SANTO. ¡ESTO ES UNA VERGÜENZA!
Interesante cómo HBO se atrevió a darle más peso a Abby. No es solo venganza, es un viaje de identidad. Yo lo vi como una metáfora de cómo las generaciones cargan traumas que no les pertenecen.
NO ME PUEDE CREER QUE YA VIMOS EL EPISODIO 3. ME SIENTO COMO SI HUBIERA VIVIDO 5 AÑOS CON ELLIE. ESTO NO ES TV, ES TERAPIA. LLORÉ EN EL COCHE.
La verdad es que la serie está en otro nivel. Pedro Pascal y Bella Ramsey no actúan, simplemente son Joel y Ellie. Y la dirección de arte... cada escena parece un cuadro de Goya pero en postapocalipsis. No sé cómo lo hacen.
Si quieren entender por qué esta temporada funciona, fíjense en los silencios. No son vacíos, son explosiones. El guionista sabe que lo más poderoso no se dice, se siente. Y eso lo aprendieron del juego.
Abby es la clave. No es una antagonista, es una persona que perdió todo y ahora busca algo que ni ella entiende. Me encantó cómo no la juzgan, solo la muestran. Me hizo pensar en mi hermano que se fue por una venganza y nunca volvió.
La escena del puente en el episodio 2... no sé qué hacer conmigo mismo. No es solo tristeza, es una especie de culpa colectiva. Como si todos nosotros, en algún momento, hubiéramos hecho algo igual.
La estructura semanal es inteligente. Permite que cada episodio se asimile como un capítulo de una novela. No hay saturación, solo profundidad. Esto es lo que debería ser el entretenimiento.
Me pregunto si el verdadero enemigo no es el infierno, sino la memoria. Joel no lucha contra los infectados, lucha contra lo que recuerda. Ellie no lucha contra Abby, lucha contra la idea de que su padre fue un asesino.
HBO está haciendo lo que el cine chileno no se atreve: contar historias con dolor real, sin romantizarlo. Esto es orgullo nacional, aunque venga de Estados Unidos.
Ellie debería haberlo matado. Punto. No hay excusa. El juego ya lo dijo y la serie lo repite como si fuera una bendición. Esto es moralmente inaceptable.
La serie no necesita más efectos. Solo necesita que los actores se queden en silencio y mirar a la cámara. Eso es lo que me mantiene pegado. No es espectáculo, es presencia.
Oye, si te gusta esto, te vas a morir con el episodio 5. La escena en el teatro es un trauma cinematográfico. No lo digo por dramatizar, lo digo porque me costó dormir dos noches. Están jugando con fuego real.
Lo que más me conmovió fue cuando Ellie le dice a Abby: 'No te quiero como enemiga'. Eso no está en el juego. Eso lo hicieron ellos. Y eso cambia todo.
Esto no es una temporada, es una ceremonia. Cada episodio es un rito de paso. Joel no es un héroe, es un hombre que se convirtió en un mito. Ellie no es una niña, es una profecía que no quiere cumplirse. Y Abby... Abby es el eco de lo que todos callamos.
Abby no merecía esto. Joel no merecía esto. Nadie merece esto.
La serie está construida como un poema de Bukowski en un mundo sin luz. Cada diálogo es una herida abierta, cada silencio una lágrima que no cae. No es solo una adaptación, es una reescritura del alma humana. Yo vi la primera temporada y pensé que era lo máximo, pero esto... esto es como si alguien hubiera tomado todos los miedos que nunca dijimos y los hubiera convertido en imágenes. La escena en la biblioteca, cuando Ellie toca el piano y se queda mirando el fuego... no es una escena, es una confesión. Y el hecho de que nadie hable, que solo se escuche el crujido de la madera quemándose, eso es lo que te deja sin aire. No hay música, no hay efectos, solo el sonido de la memoria. Y eso es lo más aterrador: que lo que más duele no se puede gritar, solo se puede recordar. Y Ellie lo recuerda. Y Abby lo recuerda. Y Joel lo recuerda. Y nosotros también. Porque todos tenemos un Joel dentro, alguien que eligió amar por encima de la verdad, y todos tenemos un Abby que se quedó con las manos vacías y el corazón lleno de preguntas que nunca tendrán respuesta. Esto no es entretenimiento, es una ventana a lo que somos cuando dejamos de fingir que estamos bien.