En Ecuador, la jornada electoral del 9 de febrero de 2025 marcó un momento crucial en la política del país al finalizar las votaciones generales y dar inicio al conteo oficial de votos. Tras su victoria en 2023, el presidente Daniel Noboa, representante de la Acción Democrática Nacional (ADN), busca la reelección. La competencia, sin embargo, se muestra férrea con figuras como Luisa González del Partido Social Cristiano y Leonidas Iza del Movimiento de Unidad Plurinacional de Izquierda (MUPP), quienes se presentan como desafiantes efectivos a su gestión.
El contexto previo a las elecciones mostró un panorama de gran competitividad. Encuestas realizadas en enero de 2025 reflejaban una carrera muy pareja. Algunos sondeos posicionaban a González a la cabeza con un 48.5% de intención de voto, mientras que en otros, Noboa lideraba con un 49.7%. Este escenario refleja la polarización y diversidad de opiniones entre el electorado ecuatoriano, destacando la relevancia de la elección actual.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) está a cargo del proceso de conteo, asegurando la transparencia del mismo gracias al monitoreo de observadores internacionales. Esto es clave para legitimar el resultado en un país que en el pasado ha vivido situaciones de tensión postelectoral. Según las normativas electorales en Ecuador, si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos, o al menos un 40% con una diferencia de 10 puntos sobre su oponente más cercano, se procederá a una segunda vuelta.
Ante el contexto de las elecciones, el país incrementó las medidas de seguridad buscando proteger tanto a los votantes como al personal electoral. Esto incluyó un despliegue de fuerzas policiales y militares en puntos estratégicos del territorio nacional.
Se espera que el CNE brinde los primeros resultados preliminares el 10 de febrero de 2025. Mientras tanto, la nación aguarda con expectativa los resultados definitivos que definirán el rumbo político y económico de Ecuador durante los próximos años.