Contexto del choque en Lima
El primer encuentro de cuartos de final de la Copa Sudamericana entre Universidad de Chile y Alianza Lima se definió con un 0‑0 en la Bombonerá de Lima. El visitante chileno consiguió un punto valioso pese a la presión del público y a condiciones climáticas adversas. En esa misma jornada se expulsó a Carlos Zambrano y se generó polémica por una pena que el árbitro no concedió al equipo peruano.
Tras el pitido final, Alianza Lima presentó una queja formal ante la CONMEBOL alegando que el clima y el ruido de la ciudad habían perjudicado al conjunto. La solicitud fue recibida en los cauces administrativos, pero no fue acompañada de una carta oficial que fuera pública.

Las críticas de Diego Rivarola y su impacto
Rivarola, que ahora está al lado del micrófono en ESPN, no tardó en responder. Desde la mesa de analistas calificó la molestia de Alianza Lima como una "llorona" que buscaba ganar por la secretaría. "Me despertaron a las cuatro de la mañana cuando estábamos en Lima, pero nunca enviaron ninguna carta", señaló, rememorando una visita previa del conjunto chileno al Perú donde los jugadores fueron interrumpidos durante la noche.
El exgoleador también atacó el planteamiento táctico del rival. Según él, Alianza Lima parece inclinada a plantarse en bloque y esperar a que el equipo contrario exhuda esfuerzo. "Ese estilo defensivo nos obliga a cruzar balones a Nico Guerra, que no es un objetivo efectivo", argumentó, insinuando que la falta de agresividad en ataque complicará cualquier intento de penetración chilena.
El mensaje de Rivarola despertó una ola de reacciones. Los hinchas peruanos lo tacharon de parcial y lo acusaron de intentar desacreditar la queja como una maniobra psicológica. Por su parte, la prensa deportiva peruana amplificó la polémica, recordando que el comentarista había realizado un análisis sesgado durante la transmisión del primer partido.
En el plano institucional, la CONMEBOL aún no ha tomado una decisión definitiva sobre la denuncia de Alianza Lima. Mientras tanto, ambos clubes se preparan para el duelo de vuelta, que se jugará en Santiago. Universidad de Chile, bajo la dirección de su técnico, busca atacar con más fluidez y evitar depender de centros largos, mientras Alianza Lima trabajará para cerrar espacios y contragolpear.
El ambiente antes del segundo partido se ha cargado de tensión. Los comentarios de Rivarola, aunque polémicos, han puesto en relieve una rivalidad que va más allá del terreno de juego, involucrando también el discurso mediático y la percepción pública. El próximo enfrentamiento decidirá si las palabras se traducen en resultados o si, al fin y al cabo, la calidad futbolística será la que hable por sí sola.