Contexto del enfrentamiento
El club brasileño Atlético Mineiro llegó a este punto después de una campaña que combinó solidez defensiva y goles en los últimos partidos de la fase de grupos. Su directora técnica, Cuca, apuesta por un esquema 4-2-3-1 que privilegia la transición rápida, mientras que figuras como Hulk y Nacho Fernández son decisivas en la creación de oportunidades.
Por su parte, Bolívar, histórico del fútbol boliviano, se basa en la alta altitud de su estadio en La Paz para agotar a los visitantes. El conjunto verde y blanco superó a rivales de la Copa Libertadores en la última ronda, mostrando un juego físico y una defensa compacta liderada por el capitán Carlos Figueroa.
El primer encuentro, jugado el 18 de septiembre en el Estadio Hernando Siles, terminó con un 2-2 que dejó a ambos lados con la misma puntuación y el mismo número de goles a favor. El marcador reflejó una combinación de errores defensivos y la capacidad de ambos equipos para remontar rápidamente.

Lo que está en juego
El segundo choque, que se disputará entre el 23 y el 25 de septiembre en el Estadio Mineirão, es crucial porque el ganador se asegura un puesto en las semifinales de la Copa Sudamericana, programadas para finales de octubre. Allí se medirá con el vencedor del duelo entre Fluminense y Lanús, un enfrentamiento que ya mostró la paridad de fuerzas tras un 1-1 en la segunda ronda.
Avanzar implica no solo seguir en la competición continental, sino también garantizar ingresos significativos por derechos televisivos y premios en metálico, algo esencial para los presupuestos de ambos clubes. Además, el torneo ofrece una vía de clasificación a la Copa Libertadores para la próxima temporada, lo que puede redefinir la planificación deportiva de los equipos.
El factor climático también será determinante. Mientras que Atlético Mineiro disfrutará de un clima templado y de la ventaja de jugar frente a su afición, Bolívar tendrá que adaptarse a la humedad y posibles cambios de viento en la zona metropolitana de Belo Horizonte. Las tácticas de presión alta, las jugadas a balón parado y la gestión del tiempo de juego serán aspectos críticos que los entrenadores analizarán en la previa.
En resumen, el segundo partido de cuartos de final promete ser un duelo intenso donde la historia, la estrategia y la condición física se entrelazarán para decidir quién seguirá luchando por el trofeo sudamericano antes de la gran final en Santa Cruz de la Sierra el 22 de noviembre.